Ha comenzado una campaña propuesta por el Ministerio de Educación, a través de la JUNJI que tiene como propósito incentivar a los apoderados y a quienes trabajan con niños en jardines infantiles; que comiencen a eliminar el trato de "Tío" y "Tía".
Invitamos a los
apoderados y a quienes trabajan en los jardines infantiles a llamarse por el
nombre. Si eliminamos el trato "tío o tía" lograremos relaciones
interpersonales más claras, estaremos colaborando con la seguridad de nuestros
párvulos y poniéndonos a su altura.
Si utilizamos los
nombres para tratarnos:
- Reconocemos la individualidad y
especialidad de las educadoras, técnicos y todos quienes se desempeñan en los
jardines infantiles. Si tratamos por el nombre propio a los profesionales que
trabajan en los establecimientos educacionales damos mayor relevancia al papel
que juegan en el proceso formativo de los niños y niñas.
- Ayudamos a que las personas se
sientan queridas, valoradas y únicas frente al resto.
- Damos relevancia al nombre que cada
uno lleva, el que fue escogido por cada familia y que entrega identidad a las
personas, porque implica individualidad, características y modos de
comportamiento específicos.
- Que los niños llamen por su
nombre a las educadoras, técnicos y a las demás personas relacionadas
con el jardín infantil permite que los adultos nos pongamos a su altura.
Si continuamos
utilizando el término “tío” o “tía”:
- Entregamos un grado de cercanía a un
extraño, lo que podría confundir a niños y niñas en sus relaciones afectivas y,
como consecuencia, tener resultados nocivos irreparables.
-Desvirtuamos una palabra que debiera
ser de uso exclusivo para el entorno familiar. Se sitúa a una persona dentro de
un ámbito íntimo y, por lo tanto, de confianza.
- Exponemos a los niños y niñas a que
cualquier persona que quiera establecer una relación cercana con ellos se haga
llamar “tío” o “tía”, situación que se presta para favorecer los abusos por
parte de los adultos hacia niños y niñas.